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En la pasada edición de este Blog, se publicó el testimonio de una persona que se reintegró a la Oficina después de padecer el síndrome del trabajador quemado (o burnout). La entrevista permite evidenciar el difícil proceso de regresar al trabajo después de estar de baja por agotamiento, así como todos los problemas físicos (temblores, problemas digestivos) y emocionales (miedo, culpabilidad, desconfianza) que esto conlleva. (aquí)
El artículo recibió varios comentarios por parte de los lectores, especialmente sobre la necesidad de recibir información sobre los mecanismos que actualmente existen en la OIT no solo para apoyar el reintegro de las personas que han pasado por esta condición, sino también para prevenirla.
La Oficina cuenta con tres documentos de gobernanza interna (IGDS Nos. 48, 286, 385) que actualmente establecen el sistema de gobernanza de la salud y seguridad y salud en el trabajo. La Oficina se ha comprometido a promover y mantener el más alto grado de bienestar físico, mental y social para todos los miembros del personal y debe velar por que se adopten todas las medidas de prevención y protección factible para reducir al mínimo los riesgos en el trabajo.
En este marco de gestión, la prevención de los factores de riesgo en el trabajo que afectan la salud mental debe recibir la misma atención que aquellos que dañan la salud física. Estos factores, de naturaleza psicosocial, son a menudo “invisibles” y tienden a impregnarse en la cultura institucional de modo que se normalizan. De ahí la necesidad de poner en marcha una evaluación de riesgos que los identifique y que sensibilice a todas las personas sobre la necesidad de modificar las prácticas organizacionales en que se arraigan.
El Sindicato del Personal ha sido vocal sobre la necesidad de que dicha evaluación se lleve a cabo y las consecuentes medidas de control se pongan en práctica para prevenir el deterioro de la salud mental por razones relacionadas con el trabajo. Con gran interés hemos participado en la elaboración de un Plan de Acción de la OIT para la Salud Mental y el Bienestar que será presentado por la Administración próximamente. En este proceso, el Sindicato ha sido vocal en la necesidad de reforzar la prevención, además de contar con medidas de apoyo para un regreso al trabajo. Sin prevención, el retorno al trabajo expone a las personas a exponerse a los mismos factores que las afectaron; tal y como nos cuenta el colega en su testimonio: “No, no se hizo ningún arreglo, por eso hoy me encuentro de nuevo en el mismo estado que hace unos años.”
Ahora el Sindicato seguirá abogando y contribuyendo para que dicho plan cobre vida y nadie resulte “quemado”.
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